Mi segundo día de clase ha ido bien, he estado toda la mañana observando las clases y corrigiendo los ejercicios que los niños hacen en sus cuadernos y la verdad es que así pasa el tiempo más deprisa que sin hacer nada de nada. En clase nada especial y diferente al primer día, la gente muy amable y los niños igual de obedientes.
Por la tarde tenía clase del idioma nativo de Ghana y mi profesor me dijo que no fuera pero al hablar con el hermano que lleva las practicas me ha dicho que aunque no vayamos a clase hay que hacer acto de presencia por el colegio que aunque no hagas nada los alumnos lo agradecen además de que es el lema de los maristas aquí. Yo le insistí en ir pero el me dijo que hoy no fuese pero que los demás días si tengo que ir, entonces me he quedado en la casa ayudando a Rosa a preparar una tarta para el cumpleaños de Paula que ha sido hoy. Antes de ir a la casa donde están Paula y María, Juan me ha hecho un regalo, la riñonera que tanta falta me hacía.
A las 18:00 hemos salido para la casa de las chicas a celebrar el cumpleaños y allí hemos cenado y hemos probado el fufu una comida típica de aquí que esta de vicio, después de la cena le dimos los regalos a Paula y algunos hablaron sobre ella. Cuando acabaron los discursos y vimos todos los regalos bajamos a una habitación con muy poca luz donde Rosa nos puso una canción, según avanzaba la canción, con una linterna alumbraba unos folios que había puesto por la habitación con palabras significativas de la misma y en las que debemos pensar mientras estemos aquí. Ha sido algo muy bonito y que la verdad no me esperaba, ha sido precioso. Por último nos montamos en el coche y para casa que mañana es día laborable.
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