miércoles, 2 de noviembre de 2011

Puente en Volta Region

Día 1: Comienza el viaje

La aventura comienza el sábado a las 04:00 de la mañana. José Antonio nos llevó a la estación de Bus y tras recorrer 1km en dirección contraria de los pocos que había entre nuestra casa y la estación, llegamos enseguida al punto de partida. Tras tres horas esperando a que se llenase el Metrobus, partimos rumbo a Volta Region. Unas 7 horas de trayecto, con sus respectivas paradas, hicieron el tránsito muy largo, cansino y lleno de anécdotas. 
Lago Volta

Una de ellas, fue que dos de los pasajeros estuvieron a punto de llegar a las manos, sin motivo aparente.  Llegados a “Bebe”, cogimos todos una Trotro (Furgoneta como la de  Manolo y Benito de 15 plazas), que nos llevó a “Fume” en unos quince minutos y allí nos encontramos por fin con Juan que venía desde Accra. Tenemos que decir que el grupo de la aventura era: David, Edu, Rosa, María, Paula, Dani, Juan y Yay (ya hablaremos más adelante del americano). Desde ahí, cogimos otra Trotro que nos subió por un peligroso camino en ascensión durante 4km para llegar a nuestro primer hotel, en el que íbamos a pasar dos noches, llamado Paradise Montain a las 16:30 de la tarde. Nos instalamos. Nos enseñaron el hotel, que por cierto, era muy peculiar ya que tenía dos pequeños edificios de planta baja separados por un jardín y un mirador muy bonito desde donde podías ver la segunda montaña más alta de Ghana la cual coronaríamos al día siguiente y el pueblo de Biakpa. Cenamos y charlamos un poco, para más tarde irnos a la cama para prepararnos para el día duro de mañana.

Día 2: Ascensión al MT. Gemi y Visita al Santuario de los monos

El día resultó muy duro ya que nos levantamos muy temprano para desayunar y ponernos en marcha rumbo al santuario en bicicleta, pero aquí nos encontramos con el primer de muchos problemas del día, las bicicletas que íbamos a alquilar para llegar al santuario de monos, estaban muy perjudicadas y necesitaban una pequeña revisión que nos haría perder mucho tiempo por lo que decidimos cambiar de planes y subir el monte Gemi para no perder la mañana. 

Amanecer en Hotel Montain Paradise
Sin más preámbulos dejamos las bicis en el hotel, y nos pusimos en marcha a subir la montaña. El primer Km fue de bajada hasta el pueblo de Biakpa, en principio, nos la prometíamos felices porque el camino era muy cómodo, pero seguidamente nos dimos cuenta que la cosa cambiaba porque dos niños nos guiaron a través de un pequeño sendero que cada vez se iba complicando más y acabó convirtiéndose en un peligroso camino rumbo a la cima de la montaña. En resumen, tuvimos que atravesar ríos, pasar por zonas muy húmedas que dificultaban aun más el camino, esquivar troncos en medio del sendero y lo más peligroso de todo es que un paso en falso a la izquierda podría costarnos la vida. Antes de llegar a ella y tras una hora y cuarto de sendero, nos encontramos un pueblo de nombre innombrable donde tuvimos que pagar para subir a la cima del monte Gemi. En este pueblo degustamos el coco por 30 pesewas y un refrigerio en el bar del pueblo a precio pueblo que nos sentó de maravilla. Tras este descanso y al sentirnos robados por tener que pagar en la “oficina de turismo” 3 cedis, más uno más por cámara para subir a lo más alto de la montaña, nos encaminamos a culminar la Cima. Del pueblo a la cima fueron 20 minutos más y una vez allí pudimos disfrutar de las maravillosas vistas que nos regaló Ghana.

Disfrutando del paisaje desde la cima
 En estos momentos, sentimos que el esfuerzo mereció la pena y pasamos en lo más alto unos agradables minutos sacando fotos y charlando. Desde allí se podía ver el Lago volta, nuestro hotel, las montañas, varios pueblos y un sinfín de llanuras. De vuelta al pueblo de la montaña, fuimos a ver “la misión alemana”, que en realidad se trataba de  un pequeño y antiguo cementerio alemán. La vuelta al hotel fue más rápida pero igual de peligrosa. Como anécdota, en la bajada, nos cruzábamos con gente que transportaba de una villa a otra por el sendero, comida y materiales en su cabeza y caminando en chancletas. Ya en el hotel, comimos, y sin descanso por temor a que se hiciese de noche nos fuimos al santuario de monos (10 km desde el hotel), con nuestras bicicletas “arregladas”. Los primeros 4kms eran en descenso y con mucha gravilla, luego dos km en carretera y otros 4 en camino llano. En los 4kms en descenso tuvimos los primeros contratiempos de la tarde, nuestro americano se emocionó demasiado en la bajada y en una curva cerrada vio que se iba encaminado hacia un barranco y tuvo que tirarse de la bicicleta. En la siguiente curva, subió por un terraplén y pincho la rueda delantera. Por ello tuvimos que llamar y esperar  una hora al jefe del hotel para que nos trajese otra bicicleta en su Pickup. Ya cambiada la bicicleta, al kilómetro siguiente volvió a tener una seria caída que si que le dejo secuelas en su cuerpo.

Bicis en remojo
Llegados a Fume, tomamos contacto con la carretera dos kms tranquilitos y volvimos a enlazar con otro camino de tierra en el que nos encontramos, de repente, con una tremenda tormenta inesperada. Así que, paramos en una pequeña villa para refugiarnos en el único bar. 

David y el mono
Una vez pasada la tormenta, volvimos a poner rumbo al santuario de monos. Allí fuimos junto a un guía hacia el bosque con unas bananas para los monos. Hay que decir que ver a los monos nos costó a cada uno 6 cedis. Estuvimos buscando a los monos un tiempo y al rato pudimos disfrutar de ellos, dándoles de comer y posándose en nuestros hombros y brazos. Nos dejo impresionados los saltos que daban de árbol en árbol. La verdad que los monos que había en el santuario eran mucho más bonitos que el mono que tenemos en nuestra casa. Anocheció y tuvimos un gran problema para volver a casa con las bicis, ya que no había iluminación en el camino. Por lo que, tuvimos que avisar de nuevo al jefe del hotel a que nos salvara de nuevo la vida. Mientras llegaba, fuimos avanzando por la oscuridad con la ayuda de una sola linterna para las ocho bicicletas. Por fin llegó con su pickup y montamos las 8 bicis en la parte trasera, 6 personas en el interior y 2 personas (Juan y Edu), en el techo del coche agarrando las bicis para que no se cayesen y eso durante 10 km, los 4 últimos en el duro camino en ascensión. Llegamos al hotel sanos y salvo con una gran paliza encima y preparándonos para el siguiente día que sería mucho más duro que este.

Día 3: Waterfall

Un día más madrugamos para aprovechar el tiempo. Desayunamos por última vez en el Paradise Montain, pagamos el hotel, que las dos noches, comidas, cenas y desayunos, y algún que otro refrigerio y alquiler de bicicletas, nos costó a cada uno unos 80 Cedis (40 euros aproximadamente). Desde aquí agradecer la atención prestada por el dueño del hotel.
Edu donde sale el sol

Nos pusimos en marcha a Hohoe donde se encontraban las cascadas que íbamos a ver y el hotel en el que nos íbamos a quedar la noche del lunes.  Una vez allí y sin comer para no perder tiempo y dinero fuimos en dirección a las cataratas. Ver las cascadas y el guía nos costó a cada uno unos 10 Cedis. La primera catarata estaba a 45 minutos y la otra se encontraba a dos horas del punto de partida. Por lo que el guía decidió llevarnos a todo trapo a la catarata de arriba. El camino fue una odisea, todo subida, andar entre arboles, terreno resbaladizo y peligroso. Nos llegamos preguntar cómo podía ser posible que una empresa trabajase llevando turistas a esa cascada con lo inaccesible que resultaba llegar. Tras el duro, complicado y arriesgado y húmedo camino llegamos la gran cascada y en ese momento nos dimos cuenta que había merecido la pena todo el esfuerzo realizado para llegar hasta allí. Sin dudarlo, con ropa y zapatillas nos metimos o mejor dicho, nos intentamos meter debajo de la cascada ya que era imposible porque la cascada tenía una altura de unos 40 metros, la fuerza con la que cae el agua es bestial. 
Tras disfrutar como enanos, y comer 5 galletas por persona en la cascada, nos dispusimos a bajar ya que queríamos evitar que se nos hiciese de noche otra vez. La bajada fue aun más peligrosa y durante ella como anécdota el guía nos dio a probar dos frutas de la zona, una de ellas se llamaba Tomatokako (fruta muy dulce y que es como un caramelo, no se muerde, se chupa). Llegados a la primera cascada, nos sacamos unas fotos y nos fuimos hacia el pueblo. Ya cuando nos íbamos a despedir del guía, habíamos pensado darle una pequeña propina de unos 10 cedis por su trabajo pero para nuestro asombro, el guía nos pidió 15 Cedis, ya que éramos muchos según él (cómo puede ser que te digan lo que les tienes que dar de propina!!!).

Llegamos al hotel muertos de cansancio de estos dos días intensos, queriendo ante todo descansar y ducharnos y sobre todo cenar, que no habíamos comido casi nada durante el día. Habiendo hecho todo esto, nos dispusimos a descansar para la vuelta a casa.

Día 4: De trotro en trotro (Furgonetas de 15 plazas).

Nos levantamos no muy temprano, desayunamos y mientras que las chicas se iban de comprar al pueblo, los chichos improvisamos un ritmo con los instrumentos tradicionales de percusión de África que había en el dinning room del hotel. Al llegar las chicas y pagar el hotel que nos costó por un día unos 40Cedis, algo más caro que el otro ya que solo desayunamos y cenamos, nos fuimos rumbo a Kumasi. Pero no iba a ser tan fácil llegar a nuestro destino, ya que tuvimos que coger la friolera cantidad de 4 trotros diferentes de pueblo en pueblo sumando un total de 9 horas de camino para recorrer unos 300kms. Y llegamos a Kumasi, tuvimos que coger una última trotro para llegar a nuestra comunidad.

En resumen, un duro viaje de largos trayectos y caminatas pero que nos ha proporcionado una increíble, maravillosa y única experiencia para nuestra vida.

Abrazos y Besos a todos !!! Espero que os haya gustado la entrada del puente!!!

David, Edu y Dani

1 comentario:

  1. HOla Chicooos!!!
    Os iba a preguntar ¿cómo os va todo? pero creo que no hace falta hacerlo!! =D
    Acabo de leer ahora vuestro maravilloso y espectacular puente... y me dais una envidiaaaaaa!!!!
    Estais viviendo cosas maravillosas, únicas, experiencias irrepetibles, aprovechadlas al máximo y disfrutad de cada segundo que paseis allí!!
    Estoy segura de que lo estais haciendo genial!!
    Bueno chicos no olvideis lo más importante de todo, algo que teneis que hacer todos los días: SONREIR =)
    un besote y a seguir con esta magnifica aventura!
    pd: soy mery (prima de david)

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